lunes, 9 de noviembre de 2015

ALLEN TOUSSAINT LIVE - SALA BBK BILBAO (8/11/15)


Preciosa foto de anoche de Lorenzo Pascual  www.lorenzo-pascual.com

Esos minutos donde pasa de la habanera y los aires del Golfo de Méjico, a los acordes coloniales españoles mezclados con los del viejo gospel, el jazz y rock and roll, a luego venerar a la Tipitina de su referente el Profesor Longhair y sazonarlo todo con sonatas de Chopin, son de cortar la respiración y el sonido es de diamantes perfectos rodando por el Vieux Carré.

La sensación de irse a encontrar con una auténtica leyenda de la música popular afroamericana - a pesar de haberle disfrutado hace ya unos cuantos años con Elvis Costello en la Plaza de la Trini de Donosti- era , quizás, la cita más importante que uno intuía en eones.

Este hombre es para entenderlo en clave europea los Beatles de Nueva Orleans ya que su labor como compositor, productor y pianista (discípulo del Profesor Longhair pero llevando su caracteristico toque criollo a un terreno más mélodico, europeo y asequible para el gran publico)  generó el catálogo de canciones más eternas del soul de la ciudad que le vió nacer, la belle Nueva Orleans.

Es, para volver al prisma de los U.S.A., un Holland-Dozier-Holland del Hitsville de la Crescent City, el sello Minit y después Instant Records donde se dieron cita artistas de la talla de Ernie K-Doe, Benny Spellman, Art Neville, Chris Kenner, la "queen" Irma Thomas pero sobre todo su partenaire más alucinante y más de nuestro gusto, cantante y figura vital de la Crescent City, y principe de su second line laid back sound, el gran Lee Dorsey.

Influencia decisiva en Dr John ( la versión blanca de Allen) The Band o Little Feet.
Para los segundos y favoritos,los inquilinos de la Big Pink fue el arreglista del que en mi opinión es el mejor directo enlatado en vinilo de la Historia, el Rock of Ages y también, del mejor concierto filmado, es decir The Last Waltz y por Scorsese, ahí es nada.

El caso es que uno llegaba del viernes de ver la escasa entrega y profesionalidad de un decadente Mark Olson (ex-Jayhawks) y claro, es en ese preciso momento cuando te das cuenta de la grandeza de los padres de los inventos.

La dulzura de un concierto de las Music Legends del domingo a la tarde en la Gran Vía semi-desierta de Bilbao es un lujo tan exclusivo que lo podriamos llamar el Broadway Botxero para los locos que optamos por acudir a citas tan ineludibles como ésta.

Es una sensación difícil de describir, totalmente favorita, el bajón propio de esas horas a partir de las ocho de la tarde desaparece y se convierte en un viaje a los sueños hechos realidad. Ayer, como con Bettye Lavette hace bien poco o John Hiatt y Ricky Lee Jones, dos ejemplos algo más lejanos, tocaba que ocurriera.

Con una banda, imagino de vecinos de su Big Easy querida, que parecian salidos de Tremé ( bajo, batería y guitarra), en todo momento correctos aunque no legendarios, se presentó el gigante Profesor Toussaint con una americana de esas que brillan pero gastada y usada como los motivos y latiguillos de sus riffs eternos de piano, también las clásicas sandalias con calcetin blanco que denotan el origen y la humildad de una música popular e integrada en la vecindad como pocas, como en Cádiz, como en La Habana o como en Lisboa.

Se concentró y no dejó tiempo para el respiro ya que su precioso acento, ese algo afrancesado que tienen los de allá, siempre era acompañado por el cristal de Murano de sus notas, escalas, cabalgadas y boogie-woggie.

Ese era realmente el atractivo, las canciones eternas, concisas e históricas pero su toque inimitable y su voz dulce y de puerta trasera, real como la misma ruina de las victimas del Katrina.

Presenciar eso desde tercera fila centrada, no tiene precio.

¿El repertorio? A uno le hubiera gustado condenarle a quedarse hasta las tres de la mañana y que hubieran sonado también All These Things, Lipsticks Traces (On a Cigarrete) , It´s Raining y sobre todo, Holly Cow, POM de canción con la que, será por la conexión con The Band, me une una fidelidad cuasi-religiosa.

Y es que hablamos de Allen Toussaint aka Naomi Neville, señores y señoras!

Pero da igual, la verdad, lo que toque porque con Fortune Teller te acuerdas de que como Arthur Alexander, él es uno de esos creadores del universo en la sombra y aparecen en tu sonrisa los primeros Stones. Y claro Mother In Law, A Certain Girl o Get Out of My Life Woman no son moco de pavo.

Cuando se lanzó a baladear uno se derritió, repasando sus discos de los setenta,  pasados injustamente por alto e infravalorados, tales como Motion (1978) o el increible Southern Nights (1975) a cuya canción título le dió la relevancia de pieza central del repertorio que debe tener.

Foto del setlist: Jorge Martínez Diago
Pero quizás lo más sublime y trascendente de su pase de ayer son sus interludios, cuando la banda le deja brillar improvisando su paso como estrella en la noche del brillante Missisipi, cuando demuestra el sedimento desde el que se han forjado los diques de las riberas de la soñada ciudad criolla. Parece entonces un guía que te lleva del brazo a conocer los fantasmas, las callejuelas y las claves de una ciudad completamente musical y crucial en el mapa del ritmo.

Esos minutos donde pasa de la habanera y los aires del Golfo de Méjico, a los acordes coloniales españoles mezclados con los del viejo gospel, el jazz y rock and roll, a luego venerar a la Tipitina de su referente el Profesor Longhair y sazonarlo todo con sonatas de Chopin, son de cortar la respiración y el sonido es de diamantes perfectos rodando por el Vieux Carré.

De verdad , sientes un escalofrío, el latigazo del sur profundo, de la riqueza producida por la acogida de seres humanos, por sus aportaciones culturales, por el sufrimiento de generaciones esclavas y es ese punto G donde Africa-Europa-America se dan un beso en la boca tan húmedo como el viento que llega del Delta.

Working on a Coalmine, o es que ¿no es la Chain-Gang de la que proviene el lamento del blues?

En fin, la única pena es no haber podido continuar una noche cuya temperatura en Bilbao era puro Nuevo Orleans y eso que es noviembre y haberse acercado a la ría a comer unos cangrejos con jambalaya o un po´ boy rápido.

Tal fue la embajada de grandeza de su ciudad que , como siempre digo, he vivido gracias a él más en aquella mítica ciudad, meca de la música que nos alimenta de por vida, aunque nunca haya estado, que gente que la ha visitado y eso gracias a un genio, gigante, mítico, histórico pero cercano llamado Allen Toussaint. Gracias.

El público marchó pronto, hoy era lunes pero yo me quede un rato charlando porque sabía que una foto con Allen era una recuerdo-recompensa con un artista de los de la baraja de los dioses. Lo conseguí y no entraba dentro de mi de gozo aunque fuera para decirle gracias y él contarme que Bilbao es precioso ( yo sentí que estaba en Nueva Orleans del orgullo)
No tuve tiempo ni temple para decirle si se viene a arreglarnos el Vals de Frías ya que para eso nos faltó una copa de Sazerac.

Southern nights, have you ever felt a southern night?
Free as a breeze, not to mention the trees.
Whistling tunes that you know and love so.



12 comentarios:

  1. Como me alegro de que el concierto colmase tus espectativas, ratos de vida al 100%, un abrazo.

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  2. Qué gozada, Joserra. Y el tipo sigue haciendo discazos como "The Bright Mississippi"… Cómo se aprende y se disfruta leyéndote, amigo.

    Un abrazo.

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    1. Gozada es escucharte Gonzalo, cuantas ganas de verte, este año la liamos en Frías de nuevo.Por cierto tocó de ese disco que citas St James Infirmary y mira pasó por allí todo el sufrimiento del sur, toda la historia de la música del alma, del jazz, del gospel, del blues, impresionante.

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    1. si de verdad, afortuna me sentí, ver por segunda vez y dar la mano a un genio del soul y de Nueva Orleans. Un saludo Bernardo!

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  4. Esos padres de inventos que no tengo casi controlados. Tras leer la crónica-post debería fustigarme por ello. Te imagino disfrutando como un cosaco. Un abrazo, tete.

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    1. Fortune Teller Johnny, los Stones, puro vicio de Niu Orlins este dios!

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  5. Enorme Toussaint. Todo un talento.
    Alguien deberíe escribir una crónica musical de su legado.

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  6. Qué dimensión cobra ahora la foto, Joserra. Os miro a los dos, tú tan sonriente, y alguna lágrima asoma a mis ojos. Nos somos nada. Un pequeño fogonazo perdido en la absoluta inmensidad. NADA.

    Un abrazo.

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  7. Yo también fui uno de esos afortunados, de los que rondaba la calle al final con los carteles y discos para la firma y la foto. Desgraciadamente y como nos quedaban 150 km para llegar a casa (somos de Cantabria ) decidimos marcharnos. Nunca más volveré a tener prisa. Me ha encantado tu crónica. Y es un lujo el programa de BBK, este año he disfrutado de dos de mis idolos, mis adorados Allen y Booker T. Saludos cantábricos. Poli

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  8. Emocionante , gran escritura para detallar este concierto de este artista que se ha ido.DEP.
    Que momento más grande el tuyo y el que los habeis podido ver por última vez.
    He puesto un enlace a esta crítica en la entrada tributo de mi blog .
    Saludos,

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.